¿Cuán común es el cáncer de seno durante el embarazo?


 

Cuán común es el cáncer de seno durante el embarazo


Los cambios hormonales durante el embarazo causan cambios en los senos. Puede que aumenten de tamaño, se hagan más sensibles y/o presenten protuberancias. Esto puede dificultar que usted o su médico noten alguna masa en los senos causada por el cáncer antes de que sea considerablemente grande.

Otra razón por la que podría ser difícil encontrar los cánceres de seno temprano durante el embarazo es que muchas mujeres posponen la detección del cáncer de seno con mamogramas hasta después del embarazo. El embarazo y la lactancia pueden provocar que el tejido mamario sea más denso, ocasionando que sea más difícil observar a tiempo un cáncer en un mamograma.

Debido a estos retos, cuando una mujer en estado de embarazo tiene cáncer de seno, éste se diagnostica a menudo en una etapa más avanzada de lo que se diagnosticaría si no estuviera embarazada. También hay más probabilidad de que se haya propagado a ganglios linfáticos.

Si usted encuentra una masa o nota cualquier cambio en sus senos que le causa preocupación, no lo ignore. Notifique a su doctor o enfermera inmediatamente. Si su médico opta por no hacer un mamograma para examinar su seno, pregunte acerca de otros tipos de estudios por imágenes, como ecografía o imagen por resonancia magnética (MRI). Es posible que necesite una segunda opinión. Cualquier cambio que cause sospecha en los senos se debe examinar o incluso se debe hacer una biopsia antes de asumir de que se trata de una respuesta normal al embarazo.

Si se encontró cáncer de seno, usted tal vez necesite otras pruebas para saber si las células cancerosas se han propagado dentro del seno o a otras partes del cuerpo. Este proceso se llama estadificación o determinación de la etapa. Dependiendo de su caso, puede que se necesiten diferentes pruebas de estadificación.


Como se indicó anteriormente, los estudios, como la ecografía y la imagen por resonancia magnética (MRI), no usan radiación y se cree son seguras durante el embarazo. Sin embargo, el material de contraste (tinte) que a veces se utiliza en la MRI generalmente no se recomienda durante el embarazo. De ser necesario, este estudio se puede realizar sin el uso del tinte de contraste.

Las radiografías del tórax a veces son necesarias para ayudar a tomar decisiones sobre el tratamiento. Estos estudios usan una pequeña cantidad de radiación, y se cree que son seguros para mujeres embarazadas siempre y cuando se proteja la barriga.

Por otro lado, es más probable que otros estudios, como las tomografías por emisión de positrones (PET scans), las gammagrafías óseas y las tomografías computarizadas (CT) expongan al feto a la radiación. A menudo, estos estudios no son necesarios, especialmente si se cree que el cáncer se encuentra solamente en el seno. Si es necesario realizar una de estas pruebas, los doctores podrían hacer ajustes para limitar la cantidad de radiación que el feto recibe.

No se han reportado casos de cáncer de seno en los que se haya propagado la enfermedad de la madre al feto. Sin embargo, en muy pocos casos, el cáncer ha alcanzado la placenta (el órgano que conecta a la madre con el feto). Esto podría afectar la cantidad de nutrientes que el feto recibe de la madre.




FUENTEAmerican Cancer Society Link aquí;